La idea es ofrecer tapas españolas de toda la vida pero con un gran nivel de calidad. Puedes cenar pero dado el tamaño de las raciones recomiendo ir con la idea de que vas a picar algo. Así lo disfrutarás más porque como ya digo, puede ser un poco escaso.
Quitando eso vale la pena probar las berenjenas rebozadas, suavísimas y con una salsa de mostaza muy rica. También merecen la pena las croquetas. No probé la tortilla pero tiene pinta de estar muy buena. No recomiendo especialmente el pincho moruno, no es muy emocionate, y a pesar de no ser muy fan de las mollejas, la de Mui estaban muy ricas.
En general, rico, y de precio con una copa de vino sale por unos 15 euros persona.
El local es muy agradable, la fachada está toda dibujada con un rotulador azul. Además merece la pena darse una vuelta por la zona donde está, la calle Ballesta, ahora recuperada gracias a la iniciativa de los empresarios de la zona (Triball, como lo han bautizado).
Como puede ser que después de este aperitivo os hayáis quedado con hambre, recomiendo que os déis una vuelta por el siguiente post...
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